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Arte que estás en los cielos

Todo vuelve a Patti Smith.

Como no me puedo preguntar qué es el ARTE, me pregunto qué busco yo en el ARTE. Y también me pregunto si lo que yo hago, por ejemplo encima del escenario, es ARTE.

Lo escribo con mayúsculas. Qué vergüenza.

He llegado a un callejón sin salida. A la gran contradicción de mi vida. Aborrezco los lugares a los que aspiro a llegar.

El plan perfecto es entrar en un museo y prenderle fuego a todo. Ahora entiendo la fascinación por el ARTE al que llamaron PRIMITIVO. Envidio profundamente a todos aquellos que tuvieron la oportunidad de observar el mundo de entonces.
 

Mantengo una conversación conmigo misma. Sobrepienso:

 

                  - ¿Y por qué no hacerlo? El arte elevado, digo. Hace falta rencor. Y rabia. Eso es lo que hacen los grandes. Hay que ser artista por rencor. Yo tengo rencor. Y rabia. Y además creo que es posible la creación sin el tormento. Sin tormento no es posible sembrar el caos. Y sin caos no es posible el ARTE. Lo estoy haciendo otra vez y no quiero. No quiero tener esas aspiraciones que me nublan el espíritu. ¿Qué es eso? ¿El qué? El espíritu. Es dónde está todo lo que después aparece.

 

Yo lo que quiero es que me quieran. Por eso hago esto. Todo lo demás es marketing.

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